Desde hace unos meses, los científicos vienen advirtiendo de que el Sol ha despertado para una fase de intensa actividad jamás conocida hasta la fecha. Y esta actividad provocará explosiones que, si llegan al suficiente grado de violencia, pueden dejar frita nuestra red eléctrica y desbaratar los sistemas de comunicaciones y de navegación por satélite. Ya se han registrado algunas aunque sólo han sido una advertencia. Ahora, una nueva e impresionante imagen de la NASA muestra algo inquietante, un agujero en la corona solar, una zona donde el campo magnético se abre y permite que el viento solar se escape. Este agujero está girando hacia la Tierra, lo que podría producir una tormenta geomagnética que llegue a afectarnos.
Los agujeros de la corona son vastas regiones menos densas y más frías que las áreas que las rodean. El agujero permite un flujo constante de alta densidad del plasma y se provoca un aumento en la intensidad de los efectos del viento solar en la Tierra cuando un agujero de este tipo de enfrenta a nuestro planeta.
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